Los Riesgos y el Tiempo en el Emprendimiento Gastronómico.
Publicado por Edgar Walter el 4/01/2018. Categoría: Blog

“A grandes beneficios, mayores riesgos”.
Proverbio chino
Si algo he aprendido en mis años como emprendedor, es que nadie merece llamarse de esta forma si no está dispuesto a correr riesgos. De hecho, la misma definición de entrepreneur implica que debemos arriesgar una parte de nuestro capital para poder avanzar y obtener resultados favorables de nuestra inversión.
Para ganar hay que arriesgar, lo mismo que para ganar en grande es necesario arriesgar en la misma magnitud. La importancia de hacer negocios, y en lo especial en el mundo de la gastronomía, está en tener una buena idea que te separe de tu competencia y estar dispuesto a llevarla a buen término sin escatimar en esfuerzos.
Claro está que tampoco es algo que debas dejar solo a tu criterio propio: para que un negocio fructifique es necesario estudiar cuidadosamente el mercado, demostrar la factibilidad a través de un plan de negocios cuidadosamente preparado y luego poner en nuestro proyecto todo lo que sea necesario, tomando así riesgos bien calculados.
Debes arriesgar tu principal recurso
Estos riesgos no solo son económicos: al fin y al cabo, siempre se puede conseguir más dinero. Nuestro activo fundamental no es el capital del que disponemos, es nuestro tiempo.
Imagina que haces una carrera universitaria y luego logras un puesto de trabajo bien remunerado. No obstante, no estás haciendo algo que realmente te apasiona y quieres independizarte y hacer tu propia historia de éxito.
Es en este momento en que estás arriesgando tu tiempo, y esto no es algo que debas tomar a la ligera. Piensa en cuanto de él dedicaste a tu preparación profesional y a adquirir experiencia en el puesto de trabajo que estás desempeñando en este momento. Si tu sueño involucra una rama del emprendimiento que no tiene que ver con lo que estudiaste o donde puedas aplicar directamente habilidades que adquiriste en tu puesto de trabajo, entonces puede que te sea difícil “tirar por la borda” todo lo que aprendiste antes para comenzar de cero.
El saber no ocupa lugar
Si te identificaste con la línea de pensamiento anterior, no te preocupes. Ahí solo expresé uno de los miedos a lo desconocido que nos embarga cuando pensamos emprender una nueva aventura.
La vida, para que sea dinámica y provechosa, no es adquirir las habilidades básicas para vivir y luego seguirlas reproduciendo una y otra vez, detenidos en lo que sabemos. Es precisamente el deseo de aprender de forma constante lo que mantiene nuestra mente despierta y le da más criterio para tomar decisiones cada vez más informadas y acertadas. Mientras más conocimientos acumules de ramas diversas relacionadas con el emprendimiento, tendrás una visión más holística e integradora de los problemas, pues podrás afrontarlos desde ópticas muy diferentes.
El saber no ocupa lugar, y esto es válido en un campo tan abarcador y con la interacción de tantos elementos diferentes como lo es el emprendimiento gastronómico. Solo tienes que garantizar usar cada grupo de conocimientos que poseas para enfrentar el problema específico que debes enfrentar.
Otra ventaja que te hará ahorrar tiempo es tu personal. Cada uno de tus empleados debe estar especializado en su labor, por lo que puedes usar lo que saben para llenar las lagunas que pudieras tener tú. ¿Quieres, por ejemplo, dar la cena de gala perfecta? Haz una tormenta de ideas entre tu chef (para que te de ideas sobre la comida), el maître (que te sugerirá la mejor forma de servicio), el barman (que preparará los cocteles más apropiados), el sommelier (que te indicará el maridaje perfecto) y el comprador (que te dirá de forma realista que tienes en el almacén y que se necesita comprar),
Luego guía sus esfuerzos creativos, tomando las decisiones finales. Te sorprenderás de los resultados.