La Comida Pasa, la Experiencia se Queda.

Publicado por el 14/12/2017. Categoría: Blog

“La persona inteligente busca la

experiencia que desea realizar”.

Aldous Huxley

Es muy probable que si te pregunte que almorzaste el martes de la semana pasada, no lo recuerdes. Pero seguro te acuerdas de la última vez que saliste a comer fuera y fuiste bien atendido…incluso cuando no regrese a tu memoria que fue lo que comiste.

Lo que comes, lo olvidas por el simple hecho que es una actividad mecánica que debes realizar todos los días. Sin embargo, quienes salen a comer fuera de casa no lo hacen por los alimentos, que también podrían cocinarse ellos mismos o encargarla a domicilio: la hacen por la experiencia.

Buscando experiencias

¿Qué recordamos? Aquello que nos impacta y nos marca, y si es agradable, se convierte en un bello e imborrable recuerdo. Recordamos el primer amor, el primer beso, la graduación, nuestra boda y un largo etcétera que vamos atesorando.

Si son malos recuerdos, pues también son experiencias: la traición, la desilusión, el dolor…vivimos la vida acumulando experiencias y estamos ávidos de ellas, sea que lo reconozcamos o no.

La experiencia gastronómica

Más que el producto, el cliente busca romper con la rutina diaria. Por ello, acude a un lugar que, además de nutrición de calidad, le proporcione una atmósfera de confort en un entorno agradable donde puede también esparcirse, olvidar los rigores de la vida diaria y, porque no, divertirse también.

Hoy en día los establecimientos gastronómicos tienden más a diferenciarse uno de otros, por lo que incorporan a su imagen música en vivo, obras de arte, espectáculos humorísticos, cocinas exóticas, promociones y virtualmente cualquier cosa que, junto a una comida de alta calidad y un servicio exquisito, construyen para el cliente más que una cena una experiencia que, lejos de olvidar, tiendan a repetir.

¿Cuál es la experiencia que buscamos generar como negocio?

Sin dudas, la mejor posible, y de ello depende la supervivencia de tu emprendimiento. Por ello debemos insistir con nuestros empleados para que entiendan cuan vital puede ser este aspecto, a la vez de explotar todos los medios y talentos a nuestra disposición para que la experiencia gastronómica de nuestros clientes sea única y se separe de otras ofertas similares.

Las experiencias son generadoras de emociones y estas son quienes se encargan de la toma de decisiones en nuestros clientes. Obviamente, si la experiencia no es buena genera decepción y malestar, y nunca visitaríamos dos veces un lugar donde nos han tratado mal o la comida no ha estado a la altura de nuestras expectativas. Por otra parte, a un establecimiento donde nos sintamos siempre atendidos como en casa, sino mejor, regresaremos una y otra vez.

Marketing experiencial vs Marketing tradicional

La mercadotecnia tradicional se basa en la compra, uso y recompra de un producto centrándose en su calidad, sus características y sus beneficios tangibles. En contraposición, el marketing de experiencias tiene como objetivo principal el consumidor y no lo que ofertas: el propio cliente y las experiencias que este obtiene durante la comercialización y uso del producto o servicio son los que definen el éxito.

Si te enfocas en vender buena comida en lugar de la comida que le gusta al cliente y con el servicio que este desea, estás vendiendo productos. Vende experiencias

 

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